Omega 6
¿dónde se
esconde?
Los aceites de
girasol, soja, maíz, sésamo o cacahuete son ricos en ácido linoleico, un ácido
graso omega 6 esencial para el organismo.
En los anuncios
publicitarios y en el etiquetado nutricional de algunos productos ricos en
omega 3 suelen resaltar, de forma llamativa, el contenido de este nutriente en
su composición, haciendo alusión a su capacidad protectora del sistema
cardiovascular. Pero, ¿son éstas las únicas grasas buenas que existen?
Los ácidos grasos
omega 3 son un tipo de grasa insaturada, pero no la única. En general, todas
las grasas insaturadas se consideran grasas buenas porque protegen los vasos
sanguíneos y el corazón. Por eso, los ácidos grasos insaturados también se
conocen como grasas cardiosaludables y se clasifican en dos grandes grupos:
- Ácidos grasos
monoinsaturados (ácido oleico): deben suponer un 15-20% de
las calorías totales del día.
- Ácidos grasos
poliinsaturados: el 7% de las calorías de la dieta diaria deben
ser de este tipo y se clasifican en:
Omega 3: ácido
linolénico esencial, EPA y DHA.
Omega 6: ácido
linoleico esencial, araquidónico y otros.
Qué son los omega 6
Los ácidos grasos
omega 6 son un tipo de grasas poliinsaturadas que tienen la capacidad de
reducir el colesterol total y los niveles de triglicéridos en sangre. No
obstante, para disminuir los niveles de colesterol total, resulta mucho más
eficaz eliminar o reducir al máximo la ingesta de grasa saturada que aumentar
la de poliinsaturada.
Además, los ácidos
grasos omega 6 tienen una acción antiagregante plaquetaria, es decir, hacen la
sangre más fluida, por lo que reducen el riesgo de formación de trombos o
coágulos. Si la ingesta de ácidos grasos omega 6 es excesiva y también se toman
fármacos anticoagulantes como el Sintrón, el efecto de uno y otro se suma. Por
esto es imprescindible seguir los consejos de un profesional sanitario y
realizarse pruebas de coagulación para ajustar bien la dosis.
La deficiencia de la
mayoría de ácidos grasos omega 6 no es muy frecuente, ya que son muchos los
alimentos de consumo habitual que contienen este nutriente. Sin embargo, sí que
es más habitual que haya deficiencia de ácido linoleico, un omega 6 esencial.
Esta deficiencia se asocia a una serie de síntomas como son retardo del
crecimiento, lesiones cutáneas, deficiencias en la reproducción, hígado graso y
polidipsia (necesidad de beber con frecuencia).
¿Dónde están los omega
6?
Los ácidos grasos
omega 3, característicos de los pescados azules, son muy conocidos. En cambio,
los omega 6 no lo son tanto. Ambos nutrientes son esenciales, lo que significa
que nuestro organismo no los puede producir por sí sólo a partir de otros
compuestos químicos y que, por tanto, se deben ingerir a través de la dieta.
Las ácidos grasos
omega 6 se encuentran en muchos alimentos, si bien su fuente principal son los
aceites vegetales. El aceite más rico en ácido linoleico, uno de los ácidos
grasos de este tipo más destacados, es el aceite de cártamo, extraído de las
semillas de una planta de la familia de los cardos. Este aceite, sin embargo,
apenas se consume como tal, aunque sí como ingrediente de ciertos productos
como ocurre con bebidas vegetales sin lactosa. Otros aceites ricos en este
ácido son el aceite de girasol, soja, maíz, sésamo, cacahuete y palma entre
otros. Además de estos alimentos, que contienen el ácido de forma natural,
también hay productos que incorporan este nutriente en su elaboración, como las
galletas o las margarinas.
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